Si mi situación actual me produce malestar, es señal de que la rechazo. Entonces, más o menos conscientemente, trato de ser distinto del que soy; en definitiva, no soy yo. Si por el contrario, acepto plenamente mi estado de este momento, estoy en paz. No me lamento por creer que deberÃa ser más santo, más bello, más puro de lo que soy aquà y ahora. Cuando soy blanco, soy blanco; cuando soy oscuro, soy oscuro y punto. Ello no impide que trabaje en mÃ, que trate de ser un instrumento mejor; esta aceptación de uno mismo no limita las aspiraciones, sino que las sustenta. Porque sólo se puede avanzar a partir de lo que se es realmente.