Cuando Raissa Bell's se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertida en un monstruoso insecto. Estaba tumbada sobre su espalda dura, y en forma de caparazón y, al levantar un poco la cabeza veÃa un vientre abombado, parduzco, dividido por partes duras en forma de arco, sobre cuya protuberancia apenas podÃa mantenerse el cobertor, a punto ya de resbalar al suelo. Sus muchas patas, ridÃculamente pequeñas en comparación con el resto de su tamaño, le vibraban desamparadas ante los ojos.
-Pero ¿qué me ha ocurrido?- pensó
-Nada, esto de leer tanto hace a uno desvariar.