Que Dios ilumine siempre tu diario vivir; y que te otorgue Éxitos faliliares, profesionales, laborales y amicales. El destino es un evento circunstancial fuera de nuestro control, Dios nos lo da, y debemos aceptarlo. Él sabe lo que hace. Lo que nosostros debemos hacer es convertir nuestro talento en VIRTUD para que el PORVENIR sea exitoso. Saludos. Tu amigo Roy Alfaro