Soy de esas que olvidan los 14 de febrero, hacen la maleta cinco minutos antes de salir de viaje y llegan media hora tarde y sonrÃen mientras piden perdón. Acepto que soy la más cabezona del planeta. Que soy el ser más imperfecto y reconozco todos y cada uno de mis defectos. En conclusión, me equivoco y me vuelvo a equivocar, caigo y vuelvo a caer, lo sé, no soy perfecta, pero tampoco pretendo serlo...