Cada labor que emprendamos debe tener toda nuestra atenci坦n, nuestro amor, nuestro esfuerzo, nuestra dedicaci坦n y entrega, como si Dios mismo nos hiciera el control de calidad y evaluara si lo que hicimos es digno o no de l.
Eso es lo que ense単a la Biblia. Algunos se acostumbran tanto a la mediocridad que dicen:
Ah, dejemos eso as鱈, al fin y al cabo nadie se va dar cuenta.