Una persona real y auténtica es aquella que mantiene sus promesas, transforma la palabra en acción, y es siempre fiel a los deseos de su corazón. Para mantener las promesas que hacemos a los demás (nuestra familia, amigos o trabajo) primero tenemos que ser responsables de las promesas que nos hacemos a nosotros mismos. ¿Cuáles son las promesas que te haces todos los años, pero que al final nunca llevas a cabo? Tú eres el único responsable de tu felicidad. Comprometete y actúa hoy!!!