Mirar el cosmos, darte cuenta de su grandeza y de tu insignificancia, llorar un largo rato, quizá de felicidad, quizá de sorpresa, quizá de magnificencia. Buscar respuestas en rocas de gas y hielo flotando en un universo inmerso en el tiempo y encontrar la respuesta a tu existencia bajo un dato otorgado por la magnifica formación del cumulo estelar. Eso es pasión. Esa es la respuesta.