El hecho de que la improvisación se pierde en el aire nos hace apreciar que cada momento de la vida es único. . . Un beso, un atardecer, una danza, un chiste. Ninguno volverá a repetirse de la misma manera. Cada uno sucede una sola vez en la historia del universo.
La vida humana se parece a un camino cuya salida es un precipicio horroroso; nos advierten de ello desde los primeros pasos; pero el decreto está ya pronunciado: es preciso adelantar siempre sin poder retroceder.