Deja ya de estar rezando y dándote golpes en el pecho!
Lo que quiero que hagas es que salgas al mundo a disfrutar de tu vida.
Quiero que goces, que cantes, que te diviertas y
que disfrutes de todo lo que he hecho para ti.
¡Deja ya de ir a esos templos lúgubres, obscuros y
frÃos que tú mismo construiste y que dices que son mi casa.
Mi casa está en las montañas, en los bosques, los rÃos,
los lagos, las playas. Ahà es en donde vivo y ahà expreso mi amor por ti.
Deja ya de culparme de tu vida miserable; yo nunca te
dije que habÃa nada mal en ti o que eras un pecador,
o que tu sexualidad fuera algo malo.
El sexo es un regalo que te he dado y con el que puedes
expresar tu am