Pueden prohibirme seguir mi camino, pueden intentar forzar mi voluntad. Pero no pueden impedirme que, en el fondo de mi alma, elija lo que quiera hacer.
Vivo, respiro, sueño, disfruto, soy feliz y agradecida con la vida y mi incondicional familia...
¡Qué pequeñas son mis manos en relación con todo lo que la vida ha querido darme!