Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegrÃa y el sentido del resto. Cerrando cÃrculos, o cerrando puertas, o cerrando capÃtulos, como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.
No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardÃos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vÃnculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros. ¡Los hechos pasan y hay q