EN CADA NIÑO HAY UN ARTISTA. EL PROBLEMA ES SABER COMO PERMANECER ARTISTA AL CRECER
Descubrà los mandalas hace ya algunos años cuando estudiaba Psicomotricidad. Desde entonces los pinto por placer y porque me ayudan en mi trabajo como educadora infantil, psicomotricista y estimuladora temprana. Ya que como técnica aportan muchos beneficios en trastornos infantiles.
Pintar mandalas y colorearlos tanto a adultos como a pequeños induce a estados de relajación, desarrolla la creatividad y sus láminas resultan atractivas de contemplar.
También son ideales para tener en la pared como para decorar manualidades.
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