En ocasiones suelo ser irracionalmente terco, perdiendo la simpatÃa de quienes me rodean. Hay momentos en los que también tiendo a ser perezoso, me distraigo con mucha facilidad. Mi debilidad es la comida y el confort material. Puedo atacar sin compasión a los que se me oponen. Soy obstinado, orgulloso y sumamente celoso. Para poder entenderme, hay que aceptar abiertamente que creo firmemente en el principio de la vida, la libertad y la lucha por ella.