Cada individuo es responsable de alcanzar sus metas personales, al igual que dar el 100 por ciento de su esfuerzo para ayudar a alcanzar las metas corporativas o del equipo. Al ayudar a las personas a ayudarse a sà mismas, adelantamos el potencial del éxito individual y compartido. También tenemos la responsabilidad de ser buenos ciudadanos en las comunidades donde vivimos y trabajamos.