SOLILOQUIO
Para el que ha contemplado la duración
Lo real es horrenda fábula. Sólo los desesperados,
Esos que soportan una implacable soledad
Horadando las cosas, podrÃan develar nuestra torpe carencia,
La vana sobriedad del espÃritu
Cuando nos asalta el temor
De un mundo ajeno a los sentidos.
¿Qué esperarÃas de ti
o una estéril música cuyo resplandor al abismarse te anonadarÃa?
Pero tú yaces oculto o simulas alejarte
De lo que en verdad, es tu único misterio:
En la innoble morada de la realidad
Nutres un sentido más hondo,
Del que ya ha cesado todo vestigio humano.
Y destruyes
El reino de lo innombrable, que en ti mismo habita.
¿Qué esperarÃas? ¿Sólo madurar, descendiendo