El mayor de mis sueños es encontrarme en los momentos previos a mi muerte con la satisfacción y la seguridad de que realmente vivà bajo los preceptos de entrega a la humanidad y a la búsqueda incansable de la verdad, aunque llegar a ella sea imposible, y saber que este amor por el resto de las personas y por el resto de las cosas bellas, me movió para que, dentro del inmenso conjunto de mis limitaciones humanas, lograse potenciar mis débiles capacidades intrÃnsecas con ayuda de Dios y de mis convicciones profundas; emprendiendo además una labor desinteresada para que otros seres humanos pudieran lograr dichos fines, guiada por el dogma fundamental de que vivimos bajo la tutela de un