Soy vanidosa, déspota, blasfema,
Soberbia, altiva, ingrata, desdeñosa;
pero conservo aún la tez de rosa.
La lumbre del infierno a mi me quema.
Es de cristal cortado mi sistema.
Soy ególatra, frÃa, tumultuosa.
Me quiebro frágil como mariposa.
Yo misma he construido mi anatema.
Soy perversa, malvada, vengativa.
Es prestada mi sangre y fugitiva.
Mis pensamientos son muy taciturnos.
Mis sueños de pecado son nocturnos.
Soy histérica, loca desquiciada;
pero a la eternidad ya sentenciada.
“...He sido un hombre que busca y lo soy aún, pero no busco ya en las estrellas ni en los libros: comienzo a escuchar las enseñanzas que mi sangre murmura en mÃ. Mi historia no es agradable, no es s