Creo en la justicia, la dignidad, y el amor, este último, es un desafÃo constante, de movimiento, de crecimiento y de trabajo. Creo en el querer y el deber que impulsa al ser humano a realizar o hacer, ya sea, por placer, por gusto, por instinto, por satisfacción propia, aquello que tiene el deber de hacer. Creo en la espiritualidad, mas no en esa en la cual existe sumisión por una institucionalidad donde se cultiva la experiencia de un creador por medio de ritos, celebraciones o códigos doctrinales. La espiritualidad va más allá, abogo por aquella que permite encontrar a dios arraigado en todas las cosas y partes, en cualquier instante ya sea de tiempo o espacio. AsÃ, al buscar la p