No creas eso de que en poco tiempo das amor. Escucha los sueños de la gente que amas, sus miedos, sus alegrÃas, sus fracasos, sus fantasÃas y problemas. Es una estupidez pensar que se puede amar una hora por dÃa y basta con eso.
No creas que tus hijos pueden seguir tu ritmo. Eres tú quien debe desacelerar e ir al ritmo de ellos. Recuerda que la conversación y la compañÃa silenciosa son los medios de comunicación más antiguos que existen.