Según dicen algunas antiguas tradiciones, el árbol de la vida crece al revés. El tronco y las ramas hacia abajo, las raÃces hacia arriba. La copa se hunde en la tierra, las raÃces miran al cielo. No ofrece sus frutos, sino su origen. No esconde bajo la tierra lo más vulnerable, sino que lo arriesga a la intemperie: entrega sus raÃces, ...en carne viva, a los vientos del mundo.