Cristiano común, ser humano igual que todos; con virtudes y defectos pero con el ardiente anhelo de ver venir a Jesús pronto en las nubes de los cielos. Anhelo morar en las mansiones eternas ante Su presencia, en carne y hueso conforme a su promesa; y no solo yo sino también a mis prójimos, a quienes alcancé con La verdad presente. LOS APRECIO EN EL SEÑOR...