Persona cumplidora de las funciones asignadas, siempre bajo los principios institucionales para las entidades en que se desempeñen; que sumado a buenos principios morales y profesionales, la voluntariedad humana y el deseo de superación permanente que poseo, permiten la satisfacción de los objetivos propuestos; tanto a nivel institucional como personal; bajo la premisa de ser más que bueno.