El Golfo de México tiene dos puntas y hay unos crustáceos que emigran por el fondo del mar, de una punta a la otra. Cada uno se agarra con sus antenas de la cola del de adelante. Son cadenas de kilómetros de crustáceos. Cuando un predador se acerca, el crustáceo de esa zona se suelta y solo se enfrenta al predador, mientras los otros siguen la cadena. Uno pensarÃa que es una cosa heroica, de inmolación, de entregarse por los demás. Pero son sólo crustáceos.
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Recogiendo colillas de cigarrillos de la calle, cumplÃa con la orden de su médico de no comprar tabaco para su pipa y, al mismo tiempo, seguÃa adelante con su hábito. Y si algún neoyorquino le preguntaba al pasar, ¿no