a envidia y el odio ensucian la vida, por eso ahy que vivir la vida en le amor y la amabilidad. Esa es la semilla que trae frutos benditos. No dejes que nada te quite lanza. No contestes con insultos a los que te hacen daño y buscan hacerte quedar mal. Pon todo en la mano de Dios. Hoy quiero pedirle al Dios de la vida que te bendiga y te haga feliz. Recibe su poder y su fuerza. El te ama y te bendice. Romanos 8,28-37