Carezco de sensibilidad empática en buena porción de su expresión, pero lo compenso con una sensibilidad emocional la cual suele entablar encarnizadas batallas con la razón. Por lo que parafraseando a Unamuno, soy una contradicción, lo que le llaman una cosa antinómica. Soy la imitación de un cronopio y el que lo niegue es porque es una vil esperanza.