Las personas no llevan un diario para sà mismos. Que guardar para otras personas, como un secreto que no quieren decir pero que todos sepan. El único lugar seguro para sus pensamientos es la memoria, que la gente no puede tomar y leer cuando usted no está buscando, al menos no todavÃa. Estoy empezando a pensar que si el Internet es la radio CB de los años noventa, el ordenador de casa es el parque de caravanas del alma, una herramienta peligrosa en manos de idiotas. Finalmente el fascismo auto-imponÃa a destruir al hombre como él mismo se convence de que él no tiene que pensar más.