Deja que te diga algo. Si me arrancas mi jodido lazo y mi jodida peluca de mi jodida cabeza, mis zapatos, mi sujetador, y cada cosa de mi cuerpo, y me dejas en un piano con un micrófono, os haré (fucking) llorar. Siento que he sido sondeada hasta la saciedad sobre quién coño soy. He sido bastante abierta sobre ello. Y aún asà nadie parece tener ni idea.
Es esto en teorÃa de percepción lo que establece nuestra bondad. O, la mentira, debo decir, para aquellos que matamos. No somos nada sin nuestra imagen. Sin nuestra proyección. Sin el holograma espiritual de cómo nos percibimos a nosotros mismos, lo que somos, o lo que seremos, en el futuro.
Cuando estés... solio.
Yo tambié