El mal, en el orden filosófico, es la negación de la razón.
En el orden social, es la negación del deber.
En el orden fÃsico, es la resistencia a las leyes inviolables de la Naturaleza.
El sufrimiento no es un mal sino la consecuencia y, casi siempre, el remedio del mal.
Nada de lo que es naturalmente inevitable puede ser un mal. El invierno, la noche y la muerte no
son males. Son transiciones naturales de un dÃa hacia otro dÃa; del otoño hacia la primavera; de esta
vida hacia la otra vida.