Decidà venir al mundo durante los idus de marzo -dÃas de buenos augurios en el calendario romano- en lo que ahora llaman Euskadi, un pequeño territorio tribal al norte de Ispanistán, antes España.
Mi primer juguete, un papel en blanco y unos lápices de colores. Mi primer libro, un enorme y manoseado atlas geográfico que mi padre guardaba celosamente en lo alto del armario ropero de la alcoba matrimonial. De él obtuve mi primera impresión del mundo, que me pareció fascinante.
Me entusiasmé lo justo con la escuela, me divertà en la universidad y aprendà algo de la vida en las calles. Vivà muchos años solo por el mundo. Fue difÃcil, pero me encantó.
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