Hija MÃa...
Debà llamarte, ternura,
Ya que eso, le diste a mi existencia,
Llegaste a mà como un regalo,
Llenaste mis espacios, con tu presencia.
TraÃas de mi tantas cosas, mi niña,
Tu piel, un trozo chiquito de la mÃa,
Tu sangre parte de mi sangre,
Tu vida, tomada de mi vida.
Que gusto me da sentir tu calor
Rozar tu piel suave y tersa, con amor
Sentir tu aroma a leche fresca y miel
Saber que estás y que eres mÃa.
Tus ojos pequeños y vivaces me alegran el alma,
Puedo estar horas y horas contemplándote,
Mis manos dichosas rÃen al tener las tuyas,
Tus dedos se me aferran, sin querer soltarme.
Mi semilla germinada, ahora una flor hermosa,
Debà llamarte ternura, es lo que despier