No hay mejor amigo que la Música, inspiradora en el silencio, motivadora en la soledad, amante insaciable en nuestro eterno andar y consejera fiel para hacernos crecer y amar.
Aunque, bueno, desde que Dios puso mi musa en mi camino, me siento completo en realidad, pues mis melodÃas tienen nombre, mis poemas inspiración y mi corazón dueña, Adri, soy tu eterno servidor, pues estoy perdido en tus ojos, deliro incesante por tus labios y sueño con tu voz, que abriga mi sueño y sosiega las tormentas de mi ser.