Por eso hoy...
gentilmente te convido a pasear
por el patio, hasta el florido pabellón
de aquel árbol que plantaron los abuelos.
Hoy el ensueño es como el musgo en el brocal
dibujando los abismos de un amor
melancólico, sutil, pálido cielo.
Viene a mÃ, avanza,
viene tan despacio,
viene en una danza
leve en el espacio.
Cedo, me hago lacio
y ya vuelo, ave.
Se mece la nave,
lenta como el tul,
en la brisa suave
niña del azul.