No creo en el igualitarismo. Creo en la igualdad ante Dios. Pero no en el igualitarismo que emana del fondo del pensamiento humanista, que pretende erigir al hombre como medida de todas las cosas, pero tomando prestado, con una tremenda caradura, todos los conceptos de libertad, igualdad, fraternidad, derechos humanos, justicia, honor, que emanan exclusivamente de la visi坦n cristiana b鱈blica del hombre y del mundo, pero sacando a Dios del cuadro.
El Movilh, que no cree en la realidad del Dios de la Biblia, sabe esto muy bien. Es desagradable para ellos admitir que no hay base filos坦fica absoluta para la dignidad y la igualdad humana, pero lo tienen que admitir.