Las fantasías tienen que ser poco realistas. Porque en el momento, en el instante en que consigues lo que buscabas... ya no lo quieres, no puedes quererlo. Para que el deseo pueda seguir existiendo, necesita que sus objetos estén permanentemente ausentes. No es eso lo que deseas sino la fantasía de eso. Dicho de otra manera, el deseo sustenta fantasías utópicas.
A eso se refiere Pascal cuando dice que "sólo somos verdaderamente felices cuando soñamos con la futura felicidad". Y también al decir "la cazería es más dulce que lo cazado" o "ten cuidado por lo que deseas", no por conseguirlo, sino porque estás condenado a no quererlo en cuanto lo consigas.
Así que la lección de