pues si mezclas un una cucharadita de ingenio, otra de simpatÃa, una pisca de picardia, un vastantito de humor, también unas cucharados de inteligencia, 2,3,4 o ta lves mas. piscas de pasión y junto con unos mililitros de locura ha claro no puede faltar mucho optimismo. los revuelves bien y pones en un recipiente de responsabilidad y los pones a hornear bajo el fuego de las pruebas. me tendrás a mi como resultado.