Vivo eternamente agradecido por lo que Dios me ha permitido alcanzar, sobre todo por mi hermosa familia. También le agradezco tener tantas amistades para cultivar y compartir lo que me ha dado. Vivo feliz, esperando ese dÃa en que podre ver a mi Salvador Cara a Cara, mientras tanto, procuro vivir en paz y armonÃa, practicando la justicia, la piedad, y el dominio propio, rechazando las pasiones mundanales. Asà me ayude Dios.