Tengo problemas de equilibrio.
Mucha música a mucho volúmen, imprescindible para poder vivir.
Por un instante pasajero heme sentido aflijido por causa de los estragos que ha generado el tiempo sobre mÃ, la vejez esperándome cada vez más cerca o yo dirigiéndome a ella sin remedio... Pero después me dije: qué hijueputas! No cambio ni un año de mi malgastada existencia por Tener uno o más hijos, Estar gordo, Casarme, Ser un feliz trabajador con muchas Cuotas, Trabajar para conseguir dinero y buscar ansioso el momento en que el trabajo me deje salir a gastármelo... No! no estoy tan viejo como para querer nada de eso. TodavÃa no.
Cada quien persigue lo que quiere, cada uno lo hace