Hay amores que se vuelven resistentes a los daños, como el vino que mejora con los años, asà crece lo que siento yo por ti; hay amores que se esperan al invierno y florecen, y en las noche del otoño reverdecen, tal como el amor que siento yo por
No soy de ellos, ni soy tuyo... ¡YO SOY MIO!