Tengo corazón de oso. Pero lo más importante, tengo a Dios como guÃa en el ascenso a la montaña.
Sincero (algunas veces demasiado), honesto, leal, amigo, fiel, seguro de lo que hago, compañero, loco, enamorado de la vida y la naturaleza, pero sobre todo profeso un gran amor a Dios y a todas lo creado por Él.