Tiempo y ocasión, acontecen a todos
Producto de un idilio recubierto de fantasia y fugaz como la vida misma, engendro de la calurosa esencia de un diciembre y dos almas jóvenes inpregnadas de deseo, nace luego de una lucha sin tregua de la cual puedo dar fé a partir de relatos, contra la preocupación primero y ni siquiera suya, y contra un canal del parto después, luego una pequeña depresión respiratoria neonatal producto quiza de una batalla por nacer y que al final culmina con un grito a la vida diciendo estoy aquà y aunque el resto de mis años lo olvide te he conquistado vida y ya soy ganador.