¡Cuan dichosa es la suerte de una inocente virgen! El mundo olvida, el mundo olvidado. ¡Eterno resplandor de una mente sin recuerdos! Cada orador que se acepta y cada deseo que se renuncia.
Demasiados muchachos creen que soy un concepto o que los completo, o que los reanimaré. Pero solo soy una chica con problemas buscando paz espiritual. No me encargues la tuya.
Adiós. Fue agradable conocerte y el resto.