Los cambios tienen que llegar, son parte de la lógica histórica, y lo mejor que podemos hacer es aprovechar el privilegio que nos da la vida de vivir este cambio especÃfico en carne propia, de poder contárselo a los nietos cuando pregunten, de responderles que sÃ, la abuela fue parte de ese súper momento.
El amor no es cambiante, es entrega y servicio, se cultiva, permanece a pesar de todo y florece en el invierno, el amor nunca deja de ser.
La rectitud de corazón produce belleza de carácter