Los placeres violentos terminan en la violencia,
Y tienen en su triunfo
su propia muerte,
De mismo modo
que se consumen
El fuego y la p坦lvora
En un beso voraz
El brillo que mi mente
Perdi坦 al conocerte
En tus labios veo
La ternura que a mi coraz坦n
Golpea vestida de amargura.
Ese brillo perdido,
Y ese golpe amargo,
Me los da el no verte,
El no tenerte.
Aunque en mi mente te encuentro,
Caminando,
En el mar,
En mis sue単os.
Entonces mi mente espera,
Tenerte,
Y abrazarte