Estoy perdidamente enamorada de la idea de enamorarme. Creo en el amor verdadero, profundo y feliz. Ese que te saca una sonrisa tonta cada mañana.
De esos amores he coleccionado a montones y fueron eternos durante algunos segundos al menos.
Me he enamorado de cada uno de ellos y de maneras tan intensas como la decepción que acompañó el final, porque soy de amores profundos y odios viscerales, sin espacio para los intermedios.
Soy una adicta al amor.
Dejaré este vicio, lo prometo, una y mil veces y en mi vida habrá espacio para recaÃdas y rehabilitaciones.