HabÃa una vez dos tipos en un manicomio y una noche deciden que ya no les gusta vivir en él. ¡Asà que deciden escaparse! Entonces se suben al tejado y ahÃ, ven las azoteas de los edificios de la ciudad, que se pierden en el horizonte bajo la luz de la luna [...] que se pierden hacia la libertad. El primer tipo da un salto y cruza sin problemas. Pero su amigo no se atreve —porque teme caerse—. Entonces el que ha saltado tiene una idea y dice: «Llevo una linterna encima alumbraré con ella la distancia que separa ambos edificios para que asà puedas caminar por el haz de luz». Pero el otro niega con la cabeza, y dice: «¿Pero acaso crees que estoy loco?. ¡La apagarÃas cuando fuer