Mi edad sexual no me preocupó nunca, porque mis poderes no dependÃan tanto de mà como de ellas, y ellas saben el cómo y el porqué cuando quieren. Hoy me rÃo de los muchachos de ochenta que consultan al médico asustados por estos sobresaltos, sin saber que en los noventa son peores, pero ya no importan
memoria de mis putas tristes gabriel garcia marquez