vi la circulación de mi oscura sangre, vi el engranaje del amor y la modificación de la muerte, vi el Aleph, desde todos los puntos, vi en el Aleph la tierra, y en la tierra otra vez el Aleph y en el Aleph la tierra, vi mi cara y mis vÃsceras, vi tu cara, y sentà vértigo y lloré, porque mis ojos habÃan visto ese objeto secreto y conjetural.