No fuimos creado para consumir, respirar y luego morir. Fuimos creados para servir a Dios, para servir a otros. Un dÃa daremos cuenta a Dios por los que hicimos, no de lo que tanto supimos o creÃmos (Apoc.20:11-12). Si insistes en salvar tu vida aisladamente sin pensar en el otro, la perderás (Luc.9:24).
Son muchas las personas que creen estar demostrando obediencia a Dios ayudando a los demás de vez en cuando, evitando las tentaciones, y asistiendo a la iglesia.
La verdadera obediencia a Dios implica hacer lo que Dios dice, cuando lo dice, como lo dice, por cuanto tiempo lo diga, hasta que lo que Él dice se ha logrado.
Mas información visitamos IGLESIA BETANIA. Pastores: JuanCarl