en el año de 1988 el DIOS de los cielos descendio para encontrarme deanbulando por las calles de Nogales, Sonora 10 minutos antes habia salido de la carcel pero a el no le importo mi situacion, no vio mis defectos, no vio mi drogadiccion, no vio lo sucio que estaba o lo piojoso, no vio mi incredulidad, no vio que yo era un ignorante de su palabra, pero vio en mi un ser, en el cual le podia amar sin reservas, un hombre capaz de vivir humillado delante de el y sobre todo capaz de obedecerle en todo. desde ese dia hasta el dia de hoy puedo decir que CRISTO es mi todo, en ese momento, el cambio el curso de mi historia. como olvidar ese dia si estaba muerto y El me dio vida, como olvidar esa ho