Hablábamos de mi interés en su conocimiento, pero, como de costumbre, Ãbamos por sendas distintas. Yo me referÃa al conocimiento académico que trasciende la experiencia, mientras él hablaba del conocimiento directo del mundo.
-¿A poco crees que conoces el mundo que te rodea? -preguntó.
-Conozco de todo -dije.
-Quiero decir, ¿sientes el mundo que te rodea?
-Siento el mundo que me rodea tanto como puedo.
-Eso no basta. Debes sentirlo todo; de otra manera el mundo pierde su sentido